(Por: Andrea Toc/XG)
No sé por dónde empezar, pero creo que la palabra correcta para describirlas es… ¡AMOR! Si eres afortunado de tener una mascota, seguro este sentimiento lo experimentas en cada momento que pasas junto a ella, aunque claro, también poseen la habilidad de hacernos enojar con sus ocurrencias (que inmediatamente olvidamos), con esas caritas ¿QUIÉN NO?
Hay tantas especies, como gustos, están: los perros, según mi percepción son los favoritos, los gatos, las aves, los peces, tortugas, roedores, por mencionar algunos. Pero también son conocidas las mascotas exóticas, como reptiles, arácnidos y otras especies que se encuentran en peligro de extinción y que está prohibido su cautiverio.
Sus beneficios son muchos, ya sea físicos o sicológicos. Pero adoptar una mascota no es algo simple, es una responsabilidad, requieren cuidados especiales como: alimentarlos, bañarlos, llevarlos al veterinario, medicinas, vacunas, sacarlos a pasear, tiempo y sobre todo, cariño, se convierte en un integrante más de la familia.
Has escuchado la frase: «NO EXISTEN MALAS MASCOTAS, SOLO MALOS DUEÑOS», es cierto, lamentablemente hay una gran cantidad de animales que son maltratados y abandonados por personas sin valores ni sentimientos, esto no lo podemos resolver completamente; sin embargo, hay formas de evitarlo y denunciarlo, por ejemplo, adoptar a los animales que han sido rescatados, hacer donaciones a refugios que se encargan de esta noble labor o castrarlos.
Lo más importante es que seas responsable y estés consciente del gran compromiso que vas a adquirir, y a cambio, tendrás la mejor recompensa, lealtad, cariño y un compañero que siempre sabrá lo que te hace sentir bien.
«Si los perros no van al cielo, cuando muera, quiero ir a donde ellos van», Will Rogers.